Por qué la nuez es una fruta
Botánicamente hablando, las almendras no son frutos secos, aunque a menudo se las denomine así. Las almendras son semillas de frutas de hueso, más concretamente los granos del fruto del almendro. El almendro pertenece a la familia de las rosáceas y, por tanto, está emparentado con otras frutas de hueso como las cerezas, los melocotones y las ciruelas. El fruto del almendro tiene una cáscara dura que encierra la semilla. Esta semilla es la almendra que comemos.
A diferencia de las nueces, que son frutos secos, las frutas de hueso tienen una cáscara exterior carnosa que rodea la almendra (dura). En la almendra, sin embargo, esta cáscara carnosa está seca, por lo que se considera un fruto seco, pero en realidad es una fruta.
Pero antes de que nos encante el interior de la almendra, nos deleitan sus delicadas flores: es un espectáculo realmente encantador cuando las flores blancas y rosas transforman la isla en un paraíso invernal. El color de las flores depende de varios factores, como la variedad de almendro y la madurez de la flor. Las flores jóvenes suelen ser blancas, mientras que las más viejas pueden adquirir un color rosado. Esto se debe a que los pétalos cambian con el tiempo y desarrollan pigmentos que les dan un color rosado. También hay distintas variedades de almendro que pueden tener flores de distinto color. Algunas variedades tienen flores blancas por naturaleza, mientras que otras tienen flores rosas. Ambos colores se pueden encontrar en Mallorca.
Gran variedad de sabores
La almendra es a Mallorca lo que el vino a Burdeos. La almendra es parte integrante de la agricultura y la gastronomía local. En la isla hay unos 200 tipos diferentes de almendras, entre ellas las conocidas variedades Desmayo y Largueta, que pertenecen a la familia de las almendras dulces (Almendra Dulce). Las almendras amargas (Almendra Amarga) son menos comunes en Mallorca que las dulces: Contienen amigdalina, que es venenosa en grandes cantidades, por lo que no se comen crudas.
El Desmayo es una variedad de almendra tradicional española, conocida por su centro blando y su sabor dulce. Se cultiva en Mallorca por su buena adaptación al clima mediterráneo. Sin embargo, es más sensible a las condiciones climáticas y a las plagas, lo que dificulta su cultivo. Por cierto, el nombre «desmayo» proviene de la tendencia de las ramas a doblarse hacia abajo bajo el peso del fruto.
La Largueta también se puede encontrar en la isla, aunque es más común en la península (por ejemplo, en Cataluña y Aragón). Como su nombre indica, la Largueta es una almendra alargada de cáscara dura y sabor intenso. Su forma alargada la hace especialmente adecuada para la elaboración de almendras garrapiñadas o bañadas en chocolate.
Tiempo de cosecha: el trabajo antes que el placer
Antes de poder saborear a gusto este delicioso fruto en sus múltiples variedades, hay que recoger la cosecha. La cosecha de la almendra en Mallorca suele comenzar a finales de agosto y puede durar hasta octubre. El momento exacto depende de varios factores, como la variedad de almendra, el clima y la región respectiva de la isla. En general, tan pronto como la piel verde exterior de la almendra se abre y la cáscara dura se hace visible, la almendra está madura para la cosecha.
Tradicionalmente, las almendras se recolectaban a mano. Los agricultores trepaban a los árboles y golpeaban las almendras con palos para arrancarlas de las ramas. Se extendía una red o una tela bajo los árboles para recoger las almendras que caían. Luego se recogían a mano y se extendían para que se secaran.
Hoy en día, las almendras se cosechan sobre todo mecánicamente. Los árboles se sacuden con máquinas especiales para que las almendras caigan al suelo. Luego se recogen con tractores y remolques.
Tras la recolección, las almendras suelen secarse en grandes instalaciones y se les quita la cáscara para dejar al descubierto la almendra comestible. A continuación, las almendras se clasifican y se someten a un tratamiento posterior: según el uso al que se destinen, se pelan, se tuestan o se transforman en productos derivados de la almendra, como harina, aceite o turrón.
Las almendras pueden ser mucho más que deliciosas
Tan pequeña como es la almendra, tan grande es la variedad de productos que se elaboran con ella.
Uno de los productos de almendra más conocidos de la isla es el Gató de Almendra, una tarta de almendra húmeda que tradicionalmente se sirve con una bola de helado de almendra. Igualmente popular es el turrón, una especialidad dulce elaborada con almendras, azúcar y miel, que se disfruta especialmente en Navidad. El turrón es similar al turrón y se elabora principalmente con almendras enteras o molidas, miel y azúcar.
Las almendras mallorquinas son también un aperitivo indispensable: las ametlles garapinyades, almendras tostadas, se preparan al momento en mercados y fiestas callejeras y desprenden su irresistible aroma.
Además de dulces, las almendras también tienen muchos usos en la cocina y la cosmética. El aceite de almendras, un aceite aromático de gran calidad, es apreciado tanto en la alta cocina como en los productos para el cuidado de la piel.
La leche de almendras es una cremosa alternativa vegetal a la leche de vaca, especialmente popular entre los veganos y las personas con intolerancia a la lactosa.
Las almendras también son indispensables en la panadería. La harina de almendras ofrece una opción sin gluten para pasteles, galletas y panes, mientras que la crema de almendras, una dulce mezcla de almendras, azúcar y leche, se utiliza como pasta para untar o ingrediente de deliciosos postres. La almendra también sabe muy bien como licor. El perfume de almendra también es muy popular entre los visitantes de la isla, que siempre llevan consigo el aroma de la isla.
Un capricho sano
Las almendras no sólo son deliciosas, sino también muy saludables. Contienen muchos nutrientes importantes, como grasas saludables (insaturadas). También son una buena fuente de proteínas y contienen mucha fibra. Las almendras también son conocidas como fuente de vitamina E, magnesio y potasio, lo que las convierte en una buena opción para una dieta equilibrada.
Por último, pero no por ello menos importante: La almendra como inspiración en el arte
La almendra no sólo tiene un significado especial en la gastronomía y la naturaleza de Mallorca, sino también en el mundo del arte. Numerosos artistas y personalidades la han explorado e inmortalizado en sus obras.
Vincent van Gogh estaba tan fascinado por la flor del almendro que le dedicó un impresionante cuadro. La obra muestra un almendro en flor contra un cielo azul brillante y refleja la atmósfera especial de esta época del año. Van Gogh creó este cuadro como regalo por el nacimiento de su sobrino Vincent Willem y vio en la flor del almendro un símbolo de nuevos comienzos y esperanza.
Salvador Dalí también se inspiró en la almendra. Aparecen de diversas formas en sus obras surrealistas. Un ejemplo de ello es un cuadro en el que las almendras peladas se combinan con un reloj que fluye, un motivo típico del lenguaje visual onírico y único de Dalí.
El artista catalán Joan Miró también abordó el tema de las almendras en varias de sus obras. Una de sus esculturas en particular, que representa un almendro estilizado con una almendra de gran tamaño, muestra su exploración creativa de este motivo.